Juan Carlos Osorio decidió dejar en el banco a Javier "Chicharito" Hernández. Era el último partido de la zona de grupos y México necesitaba un empate ante Venezuela para clasificar a cuartos como líder.
El que se vistió de héroe fue Jesús Corona. Con la 10 en la espalda, fue el eje de la levantada futbolística del Tri, que en el segundo tiempo pasó por arriba a su rival. A puro vértigo y bicicletas, llenó de fútbol la banda izquierda. Corona encarna, como tantos otros en este equipo de Osorio, la dinámica y el ritmo de alto voltaje que México imprime en todos sus partidos.
El Tri, invicto en esta Copa América, acumula 22 partidos sin derrotas.